Es un tratamiento médico que reemplaza la médula ósea por células sanas. Las células de reemplazo pueden proceder de su propio cuerpo o de un donante.
Un trasplante de médula ósea también se denomina trasplante de células madre o, más concretamente, trasplante de células madre hematopoyéticas. El trasplante se puede utilizar para tratar ciertos tipos de cáncer, como leucemia, mieloma y linfoma, y otras enfermedades del sistema inmunitario y de la sangre que afectan la médula ósea.
Las palabras trasplante y médula ósea dan pie a confusión. Cuando pensamos en un trasplante, pensamos directamente en la colocación de un órgano sólido de una persona en otro cuerpo de otra persona que está enferma (tipo película de Frankenstein). En este caso, no es un órgano sólido sino sangre, en concreto: células madre de la sangre. Por ello, lo que se hace durante el momento del trasplante es transfundir estas células. Por lo tanto, no, no es una intervención quirúrgica como mucha gente puede pensar. La bolsita de células madre de la sangre se transfunde al paciente a través del catéter previamente colocado.
Para hablar de todo ello y de muchas más cosas, contamos con la presencia de David Riaguas, padre de Daniel y creador del contenido social de @padres_apurados
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