–No la considero ni buena ni mala. Esos juicios se los dejo a otro crítico que tenga, respecto a este asunto, un mayor conocimiento. Lo que sí puedo afirmar es que el planteamiento con el que se ha escrito la totalidad de la lírica de los últimos siglos, al menos la que yo conozco y he podido leer, contiene una idea y un propósito insuficientes, es decir, la proyección e intención son pobres, sin miras, y por esa sencilla razón considero a la creación poética contemporánea como un proceso fallido. Se debería buscar el poema perfecto, dejar de llenar las estanterías con libros carentes de interés, con ordinarios poemas, y escribir de verdad. Escribir poesía auténtica, poderosa; tratar de encontrar en el laberinto de la palabra, lo inefable, lo absoluto.