Hermanos es de nuestro conocimiento que el deseo del demonio es vernos infelices siempre, una de sus estrategias a menudo es golpear nuestra economía, nuestra salud, nuestra familia, todos aquellos bienes materiales y espirituales que nos generan esa prosperidad, es allí donde podemos luchar para no permitir al maligno consumar sus deseos sobre nosotros, invoquemos como familia unida en oración al Arcángel San Miguel, para que con su poderosa espada ahuyente lejos al enemigo y podamos tener siempre prosperidad en nuestras vidas.