El capítulo de hoy va dirigido a todas las mujeres y sus parejas que hayan pasado por este proceso de amenaza de parto prematuro o bien se hayan tenido que enfrentar al nacimiento de un bebé prematuro.
Empecemos por el principio del todo, ¿qué se considera parto prematuro? Por definición es el parto que tiene lugar antes de la semana 37 del embarazo. Así que la amenaza de parto prematuro sería todo el proceso clínico que engloba una serie de síntomas que si no se tratan o si el tratamiento fracasa puede conducir a que el bebé nazca antes de tiempo.
Lo que está claro que no es lo mismo enfrentarse a un parto de 35 semanas que a un parto de 28 semanas, pues el grado de madurez fetal es muy distinto.
¿Cuáles son los riesgos para mi bebé de nacer antes de tiempo?
Los bebés que nacen antes de las 37 semanas son más vulnerables a los problemas asociados con el nacimiento prematuro. Cuantas menos semanas de embarazo, hay mayor vulnerabilidad.
Los bebés se consideran "viables" alrededor de las 24 semanas de embarazo, lo que significa que es posible que sobrevivan al nacimiento en esta etapa.
No obstante, requerirán largos períodos de ingreso para recibir cuidados especiales en un hospital con instalaciones especializadas para bebés prematuros.
Pueden tener problemas de salud porque no se han desarrollado completamente en el útero, por lo que las incubadoras deben simular las mismas condiciones intrauterinas de temperatura, humedad y confort.
Si es probable que tu bebé nazca antes de tiempo, debes ser ingresada en un hospital con una unidad neonatal de alto nivel, idealmente antes del parto (si el tiempo lo permite) o sino inmediatamente después.
Las causas exactas que hacen que se inicie el parto antes de la fecha estimada siguen siendo poco conocidas. Se cree que es un cúmulo de factores, tanto inflamatorios como inmunológicos, mecánicos u hormonales.
Aunque existen factores de riesgo que aumentan la probabilidad de tener un parto pretérmino, en muchas ocasiones no se da ningún factor predisponente.
Los principales son: estrés, extremos de edad (menores de 20 o más de 35), haber tenido previamente un parto prematuro (hasta un 30%), antecedente familiar femenino de primera línea con parto prematuro, intervalo inferior a 6 meses entre el parto anterior y el principio del embarazo actual), longitud del cuello del útero corta entre las 16 y 24 semanas, déficit de nutrientes, bajo peso materno, obesidad, hábitos tóxicos y técnicas de reproducción asistida.
Las intervenciones que se han visto tienen un efecto positivo para reducir el riesgo son dejar de fumar, tratamiento de infecciones urinarias asintomáticas, y el mantenimiento de un índice de masa corporal normal.
Tratamiento preventivo
Según las semanas de embarazo y los antecedentes de cada mujer, es posible ofrecer un tratamiento preventivo del parto prematuro, sobre todo en casos de:
Parto anterior con menos de 34 semanas.
Antecedente de aborto tardío más allá de las 16 semanas de embarazo.
Antecedente de rotura de bolsa antes de las 37 semanas.
Antecedente de cirugía sobre el cuello uterino.
El cuello del útero es más corto de lo esperado para las semanas en las que te encuentras.
El médico tocólogo será quien te ofrezca la posibilidad de aplicar este tratamiento profiláctico, que puede ser:
En forma de óvulo de progesterona vaginal. Suele comenzar entre las 16 y 24 semanas de embarazo y continúa hasta por lo menos las 34 semanas.
En forma de cerclaje, que consiste en aplicar un punto de sutura en el cuello del útero para ayudar a sostener el embarazo.
Síntomas
Son muy variables de una mujer a otra, aunque suelen sentir molestias abdominales tipo regla, dolor lumbar continuo, sensación de contracciones (un dolor intermitente bastante regular...