¿Porqué ir a misa el domingo? Posibles respuestas: Es una invitación que me hace Jesús. Quiero comulgar. Es mejor ir que no ir. Jesús sólo me pide 1 de las 168 horas que tiene cada semana. Así participo en el acto de amor más grande de la historia. Es el Cielo en la tierra.

Estas fueron las últimas palabras, los últimos sentimientos de Eli en la tierra: Gracias a Dios, gracias a todos, gracias por tanto, gracias por el amor, gracias por su presencia. Gracias, simplemente gracias.

Fueron las manos de su hermano en las minas de carbón las que permitieron que el artista Durero triunfara en el mundo del arte. Que al meditar esta historia demos gracias por todos aquellos que nos sirven y nos decidamos también a trabajar en lo oculto por los sueños de muchos.

Fue la repuesta de una estudiante de último curso, que cuenta que sus papás tuvieron escoger entre una de sus tres hijas, para que estudiara en el colegio.

En un mismo día estuve cerca de varias experiencias completamente opuestas y de gran contraste. La pregunta final era: ¿Tan cerca de Ti?, ¿tan cerca de mí? ¿y los demás, cerca de mí, cerca de Ti?

Una señora aseguró tener un compromiso con su difunta madre, de regalar cada año las flores para la procesión del Corpus Christi. Al conocer la historia se descubre un pequeño trauma que ha sido gestionado con generosidad y buen humor

La mamá de un sacerdote amigo, en medio de sus limitaciones físicas y de salud, se dedica a fabricar rosarios para regalar y difundir la devoción a la Virgen.

Después de trabajar 17 años en la empresa fue despedido. A llegar a su casa su esposa le dijo que dieran gracias a Dios, y que encomendaron su porvenir. Acudieron a la palabra de Dios y salió el pasaje del Profeta Daniel de los tres jóvenes y el rey Nabucodonosor quién al final garantiza que Dios será exaltado en toda Babilonia.
¿Cómo termina la historia?

Esta frase la dijo un amigo en el trayecto del ascensor. Acababa de bendecir a una madre apunto de dar a luz, y subíamos atender a un hombre que moriría a los pocos días.

Relato de un tesoro escondido de 337 años de historia. La única aparición de la Sagrada Familia de Nazareth.