El juego es una actividad que tiene un fin en sí mismo, es una actividad que trata de mantenerse placentera e interesante el mayor tiempo posible.
El juego es una estrategia que propicia la pertenencia y el aprendizaje. A través del juego, niños y niñas desarrollan y conocen su cuerpo, sus capacidades; prueban y ejercitan su fuerza, equilibrio, flexibilidad, resistencia y velocidad. En los juegos y la convivencia con otras personas se reconocen como parte de un grupo social en el que están personas que quieren y donde son queridos.
Jugar siempre depende de lo que haya disponible; ocurre de repente, en cualquier sitio y en el momento menos esperado. A diferencia de los deportes organizados, los juegos no tienen reglas al principio, ocurren de manera espontánea y responden a la imaginación de quienes juegan.
Para poder decir si un juego es divertido hay que participar en él, interactuar con los niños y ser participes de su imaginación.
Dividir el universo del juego en etapas permite ver también los cambios que se dan en el desarrollo del niño. Cada etapa corresponde a las habilidades que el niño posee en un momento determinado; sobre la clasificación que a continuación se describe se construyen las variantes de juego individual o colectivo, juego corporal y juego con instrumentos (juguetes). No debe perderse de vista el papel del uso del lenguaje en la aparición del juego colectivo