Pensamos que necesitamos tenerlo todo resuelto, siempre saber que queremos, para donde vamos. Vivir con certezas de cosas materiales y tangibles.
La vida cambia y nosotros también: cambia lo que queremos, lo que deseamos, lo que disfrutamos.
El viaje del autoconocimiento nos lleva a “perdernos”, a no querer lo que antes si y querer lo que antes no.
Más, esa confusión SIEMPRE llega con un grandioso regalo.