Johnny Micarelli, el animal nocturno más precavido del universo, compartirá los lugares más inesperados para ir a rumbear que no sean las discotecas. Porque, aunque no lo crean, Caracas tiene mucho más que ofrecer que el “puki-puki”. Y no lo olviden, las cosas se hacen bien, sino no se hacen… excepto el amor.