Ser impío, desde luego que no es un asunto por el cual nadie debería
sentirse orgulloso ni nada parecido, sin embargo aun en este estado es
bueno que sepan que Dios tiene misericordia por esas personas.
Hoy queremos mostrarle lo que en cierta forma se convierte en un
privilegio para los que todavía no le han echado mano a la salvación por
la fe en Jesucristo. En cuanto a ellos el Señor le indica en su palabra a
los convertidos como debemos tratarlos.