En la carretera que conecta Monterrey con Saltillo existe una curva maldita.
Los traileros la llaman La Curva del Diablo.
Dicen que ahí, entre la neblina y el silencio de la madrugada, aparece una mujer vestida de blanco…
esperando al próximo que se atreva a detenerse.
Una historia real convertida en leyenda.
“La Curva del Diablo” — un relato donde el miedo viaja de noche.