Mikhail Popkov, conocido como el "Hombre Lobo de Siberia", es un exoficial de policía y asesino en serie ruso nacido el 7 de marzo de 1964 en Angarsk, Siberia. A lo largo de casi dos décadas, desde 1992 hasta 2010, Popkov cometió una serie de brutales asesinatos, principalmente de mujeres.
Popkov trabajaba como oficial de policía y utilizaba su posición para cometer sus crímenes, aprovechándose de su conocimiento de las técnicas de investigación criminal para evadir la detección. Sus víctimas eran mujeres jóvenes a las que se les ofrecía transporte gratuito en su automóvil patrullero, donde las atacaba y asesinaba.
El modus operandi de Popkov incluía agresiones sexuales y asesinatos violentos. Su apodo, el "Hombre Lobo de Siberia", se deriva de la brutalidad de sus crímenes y su capacidad para evadir la justicia durante años.
En 2015, Mikhail Popkov fue arrestado y posteriormente condenado por 22 asesinatos, aunque se sospecha que podría haber cometido más de 80 homicidios. Fue sentenciado a cadena perpetua en una colonia penal de alta seguridad. El caso de Popkov destaca la importancia de la vigilancia y la justicia para enfrentar a aquellos que abusan de su autoridad para cometer crímenes atroces