Damos gracias porque no estamos separados de ningún ser vivo y que somos uno con él. Aprendo a pensar con gratitud en vez de con ira, malicia y venganza. Se nos ha dado todo.

Descansamos despreocupados en Sus Manos, seguros de que solo cosas buenas nos pueden acontecer.

Dios no quiere que sigas sufriendo de esta manera. Él no deja ningún pensamiento rencoroso sin corregir ni que ninguna espina o clavo lastime en modo alguno a Su santo Hijo. “Perdonaré y esto desaparecerá”. “Perdona, y verás esto de forma diferente”.

El perdón es lo que más se Le asemeja aquí en la tierra, lo más cercano al amor. Libera en vez de aprisionar, pues de esa manera te liberas tu.

Soy el santo Hijo de Dios Mismo. No puedo sufrir ni sentir dolor, no puedo sufrir pérdidas ni dejar de hacer todo lo que la salvación me pida.

Son únicamente tus pensamientos los que te causan dolor. Nada externo a tu mente puede herirte o hacerte daño en modo alguno.

Escucho La Voz a través de mi voz. Vacía tu mente de todo lo que crees que eres y lo que Dios es.

Escucho La Voz a través de mi voz. Siéntate en silencio y cierra los ojos. La luz en tu interior es suficiente

Oigo la Voz a través de mi voz

Lección 186. Escucho La Voz a través de mi voz