La adoración y alabanza, a parte de ser nuestra razón de ser sobre la tierra, es un método poderoso terapéutico que nos ayuda a vivir mejor. Dios siempre tiene razón.

El ideal de Dios sigue vigente, por ello envió a Jesucristo su Hijo para que los que creen en Él y viven de acuerdo a las demandas del Espíritu Santo, logren una dimensión de vida superior a cualquier modo de vida sobre la tierra. NOTA: Fueron más de 40 autores de la Biblia y no 400 como dice el episodio.

Correrán y no se cansarán. ¿Quién no se cansa cuando corre mucho? La figura de un atleta es que se cansa en la carrera, pero no se cansa de entrenar y seguir en otras carreras. Entonces hacemos una alusión al estado de fe, permanecer corriendo en medio del cansancio.

“…esta es la confianza que tenemos delante de Él…” Definitivamente la confianza es porque vivo en su Palabra, tengo relación constante con Dios y soy obediente. ¿Quién no es capaz de acercase a alguien al que se le tiene tanta confianza y pedir lo que necesita?

La presencia de Cristo entre esos dos o tres, era para ratificar que no puede haber juicio sin testigos. Es decir que dos o tres se ponen de acuerdo y atan o desatan, esto tiene mucho que ver con la disciplina en la iglesia.

¿Es para Dios muy importante la forma en que administramos los recursos que Él nos ha dado? ¿Le interesa a Dios que seamos íntegros? Escuche este podcast para responder a estas y otras preguntas.

La PALABRA DE DIOS es la fuente de vida e información que cambia el alma, da inteligencia y sabiduría al necio e ignorante, da poder al cobarde, da energía al cansado, revela el camino que es Cristo.

La diestra de Dios, y su justicia, es la garantía poderosa de que siempre nos pasará lo correcto.

Cuando mi experiencia sea amar a Dios integralmente, entonces, podré amar, servir y compartir, porque Dios, el que es amor, perdón y gracias, me inunda con esas virtudes y puedo responder a sus demandas.

El pecado no permite que veamos el regalo que el Señor nos ofrece. Desde el Eden, el hombre se escondió cuando vio a Dios, su pecado lo había aislado y hecho sentir culpable. ¡No te distraigas!