NO TE ESFUERCES EN GUSTARLE A LOS DEMÁS
No te esfuerces en gustarle a los demás, eso es lo que hace casi todo el mundo, pero hacer eso implica siempre una gran carencia de amor propio y autoestima.
Lo verdaderamente importante es que te gustes a ti mismo y por eso es importante que dejes de perseguir el sueño absurdo o la utopía de gustarle a todas las personas con las que te relacionas.
Cuando intentas gustarle a todo el mundo, la mayoría de las veces dejas de gustarte a ti mismo o, incluso, dejas de reconocerte, pues te pierdes convirtiéndote en aquella persona que le gusta a los demás y te alejas de tu verdadero ser esencial.
Me peino de esta manera porque mi pareja dice que me queda mejor así. Me visto de esta manera porque mi madre me dice que así estoy más presentable y tengo mejor aspecto. No como fresas porque mi cuñada, que es nutricionista, tiene una visión muy negativa de las fresas... Y así puedes seguir hasta el infinito.
Eso implica que aunque te identifiques con esa persona que tiene tu nombre y con esa persona que es la que se refleja en el espejo del cuarto de baño, resulta que esa persona no eres tú y lo creas o no, te va a resultar muy difícil amar a esa persona, te va a resultar muy difícil amarte porque esa persona, que crees ser tú, ha elegido, consciente o inconscientemente, hacer cualquier cosa para gustar a las personas con las que se relaciona, pero, ¿y si no te gusta vestir como te dice tu madre o peinarte como te dice tu pareja? ¿Y si te gusta comer fresas aunque tu cuñada nutricionista las odie?
Si haces cosas o dejas de hacerlas para gustar a los demás, te doy la enhorabuena, seguramente serás muy popular, pero también serás muy infeliz porque te habrás desconectado de ti misma.