Por más de 40 años, Sandoval ha desarrollado un cuerpo de obras radicales que rompen con la división artificial entre el espacio aséptico de la galería de arte y una cruda realidad colombiana atravesada por la pobreza, guerra de guerrillas, tráfico de drogas y crimen común. El trabajo de Sandoval abarca instalaciones, intervenciones, esculturas, pinturas, dibujos y performances que hacen uso de objetos cotidianos recolectados en contextos violentos o marginales, en los que también se incluyen restos humanos.