Los comechingones, huarpes, ranqueles, consideran al río Popopis, conocido también como Quinto, un espíritu sagrado, por eso, desde hace siglos, además de rendirle tributo, realizar ceremonias, orar y cantar en sus márgenes, suelen escuchar sus consejos: la fuerza del río consiste en la de una sabiduría mayor que media entre orillas, no sólo de costa a costa, sino entre los dioses y los humanos, entre la geografía de una región y el espíritu de un pueblo.
Todos los pájaros que volaron sobre él, todos los jumes que crecieron a su vera, todos los hombres y mujeres que bebieron de su lecho, son parte de su historia y de su mitología.