Hablar de memoria desde los territorios implica generar alianzas donde diferentes actores e instituciones, entre ellas las bibliotecas comunitarias, populares y rurales, se enlazan con el fin de sistematizar y exponer resultados relacionados con la historia, la memoria de las comunidades, sus problemáticas y proyección de vida.

En al abanico de las tipologías bibliotecarias, encontramos las bibliotecas populares, rurales o comunitarias. Estas iniciativas especiales, son creadas por personas generalmente particulares, convencidas de que es a través de los libros, la lectura y los lugares de encuentro, donde se puede aportar al desarrollo social, cultural y educativo de sus comunidades.

Clubes de lectura, lectura social, lectura en voz alta, compartir de letras, dar de leer, círculos de la palabra, aliados de la lectura, entre otras formas de nombrar las prácticas lectoras que tradicionalmente han reunido a personas con intereses en ciencia, política y particularmente literatura, son objeto de análisis, comportamiento y actualidad en diferentes espacios académicos, culturales o lúdicos, por ser, entre otros, centros de divulgación del libro y la lectura, crítica, análisis y disfrute lector.

¿Son las editoriales universitarias una de las herramientas más importantes para la divulgación de investigaciones y nuevo conocimiento? Hablemos del quehacer, relaciones y agremiaciones, entre otros.

Hagamos una relación entre democratización del libro, editoriales independientes y autopublicación. Insumos importantes para las bibliotecas, las librerías y los lectores, pero sin lugar a duda, para los escritores que quieren ver sus creaciones materializadas en libros, particularmente impresos, aunque con el auge del libro digital, la autopublicación, ha sabido valerse de ambos formatos para dar a luz nuevas publicaciones.

La ilustración en los libros viene desde siglos atrás y es un elemento equivalente, complementario y en algunos casos, más importante que el texto escrito, aunque en general, para nuestra época, pueden ser los libros infantiles los que más utilizan este recurso por motivos pedagógicos, lúdicos, estéticos y educativos.

Los universos literarios creados a través de los libros infantiles son un disfrute artístico, creativo y educativo, no solo para los niños, también para los adultos. Si en algo los libros electrónicos y las nuevas tecnologías, marcan diferencia con los materiales físicos, son los libros de literatura infantil. Sus ilustraciones, tamaños, componentes adicionales, colores y materiales son unos cuantos de los muchos elementos diferenciadores que los hacen verdaderas obras de arte, que, aunque de manera digital pueden hacerse propuestas interesantes, no son nada comparable con la felicidad, sensaciones y desarrollo cognitivo que proporciona el contacto con los libros en físico.

Persuadir y convencer, son algunos de los retos que enfrentan la academia y la ciencia. Exponer puntos de vista que surgen de investigaciones, estudios evaluados y temas de debate, a menudo, son suscitados con el fin de debatir de manera inteligente para construir desde la discusión un posterior consenso.

Una de las mejoras formas de mejorar el pensamiento, de permitirle calidad y fortalecer su propósito creativo y funcional, es trabajando de manera consciente los elementos que proporciona el pensamiento crítico. Sus aportes, hacen que cada individuo genere dudas y preguntas necesarias para no caer en el absolutismo y el pasmo en la toma de decisiones.

El mundo de los libros, su surgimiento, contenidos y aporte al desarrollo educativo, científico, artístico y cultural de la humanidad, son razones suficientes para volver una y otra vez a su estudio y enaltecimiento, aun, en tiempos digitales, de inteligencia artificial y desdén en algunos sectores por lo que Umberto Eco consideraba uno de los inventos más fiables para la preservación, por encima de los cambiantes dispositivos electrónicos.