¿Alguna vez has pensado por qué conectamos más con unas marcas que con otras, si nos están ofreciendo el mismo producto?
¿O por qué tu competencia tiene una comunidad de seguidores más fuerte, si tu oferta es prácticamente igual?
La clave está en lo que hay detrás de la parte tangible.
Crear negocios y empresas con propósito es esencial para tener éxito. Y no todas saben encontrarlo.
Cuando una persona tiene un objetivo, se mantiene vivo.
Ante cualquier situación adversa, la lucha por alcanzar ese fin le aporta un extra de energía, motivación e ilusión.
Ese es el principal motivo por el que todos necesitamos tener un objetivo en la vida.
Piensa algo. Cuando una persona sufre depresión, ¿qué le ocurre?
Normalmente esa persona no tiene objetivos, no sabe qué hacer con su vida, cada vez se siente más vacía… Y en definitiva le falta un propósito.
En los negocios ocurre lo mismo.
Cuando un emprendedor o empresario tiene un fin que perseguir, siente una gran energía que lo impulsa cada día a trabajar para conseguirlo.
Pero cuando no lo tiene, aunque ese negocio genere ingresos suficientes, es probable que la falta de motivación por hacerlo crecer acabe condenándolo al fracaso.
Ya sabes que yo soy de las que piensan que no hace falta rellenar con palabras sin sentido, es mejor ir a grano y eliminar la paja que tanto nos aburre.
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