Los mendigos de la corte han sido una presencia constante en la historia de la humanidad. Estas personas, desfavorecidas y desposeídas, han sido vistas por muchos como una carga para la sociedad. Sin embargo, en la corte, los mendigos asumieron un papel importante en la simbología de la época.
En la Edad Media, los mendigos eran comunes en la corte y se les consideraba una señal de la bondad y la generosidad del rey. Se creía que los mendigos traían buena suerte y que el rey era bendecido por Dios al dar limosna a los más necesitados.
Los mendigos también se utilizaban como una forma de mostrar la caridad del rey y la nobleza de su corte. Se les daba alojamiento y comida en el palacio y se les permitía mezclarse con la nobleza en los eventos y ceremonias. En algunos casos, los mendigos incluso recibían títulos honoríficos y se les otorgaba una cierta posición en la corte.
Sin embargo, también había un lado oscuro en la relación entre los mendigos y la corte. A menudo, los mendigos eran explotados por los nobles que los utilizaban como parte de su exhibición de riqueza y poder. Los mendigos eran obligados a realizar actos humillantes o degradantes como parte de su papel en la corte, lo que los dejaba vulnerables a la explotación y el abuso.