Probablemente no estoy ni cerca de que yo pueda convencer a los no vacunados a que consideren seriamente tomar la vacuna que hoy están a disposición de todos gratuitamente.
Si por casualidad te has tomado el tiempo de escuchar mi episodio, aquí les cuento cómo sobreviví a la vacuna de COVID-19, y si, me puse la de JENSEN de JHONSON & JHONSON, así que contra todo pronóstico sobre esta vacuna que escogí para ponerme, aquí estoy para contarles que es posible, por lo menos en los Estados Unidos que cualquier persona pueda hacer una cita y aplicarse una vacuna totalmente gratuita.
Piénsenlo bien, la negativa de ponerse la vacuna puede estar quizá alimentada por el miedo o temor de que podría suceder si te pones la vacuna, ¿hay algún efecto secundario? ¿Podría poner en riesgo mi vida?, pero hay que estar claros en algo, la FDA ha puesto un estricto control en
“El mensaje sigue siendo que, si estás vacunado, estás protegido”, comentó Celine Gounder, especialista en enfermedades infecciosas del Centro Hospitalario Bellevue de Nueva York. “No tendrás una enfermedad grave, no te hospitalizarán ni morirás”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), aludiendo al aumento de la variante delta, la escasez de vacunas y las altas tasas de transmisión comunitaria en muchas partes del mundo, también ha animado a las personas totalmente vacunadas a seguir usando mascarillas.
El escenario que se presenta ante nosotros desde el mes de julio hasta la fecha es que según los CDC, la variante es ahora responsable de más del 80 por ciento de las infecciones en Estados Unidos, en gran parte entre personas no vacunadas.
Sin embargo, aunque esta tendencia parezca preocupante, los casos de infección en vacunados siguen siendo relativamente poco frecuentes, según los expertos, y las que causan enfermedades graves, hospitalizaciones o la muerte, aún más. Más del 97 por ciento de las personas hospitalizadas por COVID-19 no están vacunadas.
Finalmente “Todos somos susceptibles de cualquier comportamiento ajeno en esta epidemia”.
La realidad a la que hoy nos enfrentamos no tiene que ver tanto con el COVID-19, el desafío es la información errónea sobre la salud que está afectando a millones de estadounidenses. El peligro mayor que el virus o la variante Delta en cuestión tiene que ver con la DESINFORMACIÓN.
Los estadounidenses no vacunados representan prácticamente todas las hospitalizaciones y muertes recientes por COVID-19. Cada muerte de COVID-19 es trágica. Y los que están sucediendo ahora son aún más trágicos porque se pueden prevenir.
La verdad es que, en toda nuestra nación, las voces de médicos, enfermeras, científicos y expertos en salud pública se ven ahogadas con demasiada frecuencia por las falsas sirenas de la desinformación. La desinformación nos roba la libertad de tomar decisiones para nuestra salud basadas en la ciencia y los hechos.
Así que mi consejo es que busques información de las fuentes oficiales, también elimina y no compartas información de origen dudoso, y espero que entiendas que si terminas tomando la decisión de vacunarse, sepas que estaremos más cerca de acabar con la propagación de este infernal virus.
Press Briefing by White House COVID-19 Response Team and Public Health Officials
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