Considero que un político no debe meterse tan fácilmente en este tema sin antes darse cuenta que el representa a los ciudadanos en pleno, no solo a los que votaron por él o por ella.
Entonces, así podemos ver cómo las decisiones que toma un político, está siempre a mi parecer, muy cerca de lo que se podría definir como una línea muy delgada, la decisión de un político puede repercutir para bien o para mal por una o algunas toma de decisiones, puede afectar a la empresa privada y a los trabajadores de mala manera, o bien puede beneficiar a algún grupo o sector en específico de ciudadano y su vez afectar a resto de los ciudadanos, beneficiar sólo a un grupo o sector empresarial y complicar el estilo de vida de una comunidad entera. Bien podría seguir hablando de las combinaciones de cómo una sola decisión nos pone bien o nos pone mal a niveles generales, pero lo que quiero dejar en claro es que las consecuencias de decisiones que son políticas siempre nos afectan a todos.
Apelar a una emergencia y llegando al extremo de tomarse el atrevimiento de violentar el espíritu de la democracia, indistintamente de la investidura que este tenga, sea ministro, diputado, presidente o un policía. Que un oficial venga a imponerse haciendo amenazas, señalamientos y acusaciones de cualquier índole, por el simple hecho de ser político u oficial y escudarse con la trillada frase de que representa “al pueblo”, venga a imponer al empresario que por la mala situación, estos tienen el deber y están obligados de resolver al pueblo algo, no es del todo acertado.
Considero que lo más sensato es que juntos puedan llegar a un acuerdo que permita converger ideas correctas y concretas y se logre bajo la dirección política, siguiendo los lineamientos de un buen liderazgo, y pueda, sí, ayudar a aliviar la emergencia que estamos padeciendo todos.
Confieso que uno se siente tentado, como un ciudadano de a pie, que nos exoneren los alquileres o con los compromisos de pago que tengamos, pero lamento decir, que no creo que sea la fórmula adecuada para resolver la crisis.
Para eso están los impuestos fijados por la ley, siendo que la ley es para todos. Tanto tú como yo y los empresarios pagamos los impuesto para que así el gobierno recurra a esos fondos y tenga estas circunstancias previstas, está bien, ya se, a las grandes empresa le han suavizado los compromisos fiscales aquí en los Estados Unidos, pero eso es otro tema que no se como abordarlo aquí.
El mensaje que quiero dejar en claro, es que no acepto que por el mero hecho de que eres el político de turno, vayas a venir con politiquerías y la vaga excusa de querer representar solo a los desfavorecidos. Los empresarios, también tienen que blindarse y buscar los mecanismo que mejor crean convenientes para poder llegar al otro mes.
Estadísticamente hablando, en una reciente encuesta de Deseret News y Hinckley Institute of Politics, publico que:
El 58 por ciento de los votantes de Utah aprueba el desempeño del presidente Donald Trump en medio de la pandemia de coronavirus, mientras que el 38 por ciento no lo hace.
Según la encuesta, el 79% de los republicanos de Utah aprueba la respuesta del presidente, mientras que el 17% lo desaprueba. Entre los demócratas en el estado, el 78% lo desaprueba y el 20% lo aprueba.
El 49% de los votantes de Utah cree que el gobierno federal tardó demasiado en actuar para frenar la propagación del coronavirus en todo el país.
Siendo esta la pandemia china, considerando que esto es una catástrofe a nivel mundial, verdaderamente no podemos del todo culpar a los gobiernos lo bien o mal que lo están haciendo, pero sí reclamarles la falta de previsión y prevención de acontecimientos como estos.
Al final, cuando todo esto se supere, el mundo seguirá patas arribas, porque no terminamos por replantearnos qué cosas hemos venido haciendo mal.