¿Quieres cambiar tu situación laboral actual a toda costa, pero no llega esa oportunidad? ¿ Sientes que ya has pasado por los escalones inferiores y es hora de dar el gran salto? ¿Quieres aportar mucho más valor e intención del que crees que estás aportando ahora? ¿Crees que ahora no haces un trabajo que este causando un impacto y tú deseo es que si?
Si te sientes reconocido por alguna de las anteriores preguntas, puede que estés viviendo picos o incluso en bucle de crispación, quemamiento, decepción, desesperanza... Aquí te dejo cinco pasos para que obtengas calma, confianza y, sobre todo, cuáles son los verdaderos pasos que tienes que dar para conducirte al trabajo ideal que quieres.
1. Claridad: Para lograr claridad y poder ir atenuando nuestra escucha interna, tenemos que unir los episodios pasados con lo que ya sabemos ahora que hemos aprendido por la experiencia o por libros, talleres, podcasts... Si la "teoría" queda separada de la práctica ( lo pasado), entonces es cuando vamos como pollos sin cabeza y crispándonos por momentos.
2. Valorar: En esos episodios pasados, sobre todo en aquellos que más despreciamos y desvalorizamos, ¿qué es lo que estamos aportando a los demás que estamos pasando por alto? Todo aquello que estamos rechazando y que queremos salir a toda costa, nos está mostrando esencia y habilidades de nosotros mismos.
3. Alinearse: Para poder conectar con nosotros mismos y que el aprendizaje tenga coherencia con nuestra chispa (aspectos más personales) y todas las habilidades
4. Perdonarse y afinar la comunicación: Aquí hablo de la importancia de mantenerse fiel a uno mismo ya que cuando nos dejamos llevar por un grupo y pasamos uno de nuestros valores por alto, suele costarnos pasar por esa humildad de reconocer que nos equivocamos y que realmente, lo que nos molesta y encrispa del otro o de la situación en si, es una falta de comunicación de perdón con nosotros mismos.
5. Neutralidad para quitar el juicio y cambiarlo por amor incondicional. Solo una vez habiendo practicado más de una vez todos los pasos anteriores y sobre todo, el anterior de perdonarse y tomar responsabilidad de nuestros actos y heridas, somos capaces de ante cualquier "ataque" que nos este mimando la moral y la energía, dejar de "cagarnos" y culpar al otro. Ver que su mismo enojo, resistencia, desquicie...también lo hemos llevado nosotros en algún momento. Sólo llegando a ver al otro como alguien que nosotros también pudimos o podemos ser, nos abre al amor incondicional y quita las cargas de baja energía de los juicios.