No podemos olvidar que vivimos en la corriente de este mundo. En la corriente del río todo lo que no tiene vida se lo lleva la corriente, como hojas y ramitas secas. Pero los peces que tienen vida pueden nadar contra la corriente. La corriente del mundo tiene un curso y si tú, como adolescente, no eres alguien atento, puede ser llevado por su cauce sin darse cuenta, así como tus amigos. Sin embargo, tienes la vida de Dios, Así que sí puedes luchar contra esa corriente y no seguir el curso de este mundo. Amén 🙌