En el primer día de la restauración de la creación, vemos al padre como la luz. En el segundo día, vemos al espíritu como el aire y el agua. y en el tercer día vemos a Cristo como la buena tierra. Dios llamó a lo seco tierra, y a las aguas reunidas, mares. así, se produjo una separación entre la vida y la muerte, entre la Tierra y los mares, donde se encuentran las aguas de muerte.