La iglesia hoy vive una nueva realidad. De los templos, la iglesia pasó ahora a estar en las casas. Del encuentro frecuente de sus miembros al congregarse, a las reuniones virtuales y uso masivo de las redes sociales. De llevar a cabo su misión en los templos y calles, para cumplirla ahora desde de su casa a causa de las restricciones por la pandemia del Covid-19. Lo anterior demuestra que la iglesia sigue adelante por Dios, creciendo y fortaleciéndose en Él, y será así sean cualquieras las circunstancias, hasta que el Señor Jesucristo regrese por ella, para llevarla consigo a los cielos y estar con Él por siempre. Entre tanto, la iglesia avanza conforme a los planes de Dios y su propósito revelado en las Escrituras, porque Él la creó, le pertenece a Él y Él le ayudará y perfeccionará hasta el fin.