La historia de la iglesia en la Biblia revela que, desde su nacimiento, la iglesia ha sufrido diversidad de pruebas, tales como las burlas o hasta fuertes persecuciones, pero ninguna de ellas la ha extinguido, antes bien la han fortalecido, creciendo y expandiéndose grandemente por todo el mundo hasta hoy, gracias al cuidado de Dios a su favor.