ORACIONES EN EL SALÓN DEL TRONO
29 de octubre
SARDIO COMO EL CORAZÓN DE DIOS
“Yo soy el Aleph y la Omega, el principio y el fin”, dice el Señor Dios, “el que es, el que era y el que ha de venir, el Todopoderoso”.
APOCALIPSIS 1:8
Alfa y Omega, estás llenos de pasión ardiente, al igual que la piedra preciosa de color rojo sangre que estaba en el pectoral de Aarón, el sumo sacerdote. Tu corazón palpitante arde como un fuego abrasador. ¡Qué verdad tan asombrosa encontrar en el salón de tu trono! Jesús, tú eres el gran Sumo Sacerdote, el Primero y el Último, el principio y el fin. Tienes la apariencia de las primeras y las últimas piedras del pectoral, y Tu gloria es indescriptible. ¡Qué esplendor luminoso se encuentra en el salón de Tu trono! ¡Qué gloria hay en Tu presencia! Apenas puedo contener el asombro y la admiración que surgen en mi corazón al pensar en tal magnificencia. Llévame más allá del pensamiento y la imaginación hasta el lugar donde pueda verte en el reino espiritual. Brilla sobre mí con el resplandor de Tu gloria hasta que refleje Tu majestuosidad en mi vida. Tengo tanta hambre de más de Tí, Señor. Eres hermoso sin comparación, y eres mi Dios y mi Rey. Deja que la misma pasión ardiente de Tu corazón arda dentro de mí. Amén