Hoy nos sentamos a recordar películas y otras obras que tienen lugar en espacios cerrados. Recorremos desde clásicos de Hitchcock a juegos como «What Remains of Edith Finch» para reflexionar sobre la importancia del escenario en la construcción de una obra. A veces, sirve como un personaje más; otras, es la premisa para sacar a relucir las miserias del ser humano. Por el camino nos da tiempo a recordar que James Cameron es lo más parecido a Dios en la Tierra y que «Un cadáver a los postres» es la mejor película de este género que uno puede ver. ¿Qué más se puede pedir?
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