PÁGINA BLANCA (pruebas)

Acerca de Verde Asunción, por Alejandra Lapalma

Verde Asunción es una selva de plantas, oscuridades, humedad. Y también de mercados, frutas, artesanías femeninas, comidas, servidumbres, violencias silenciosas. No hay animales, la animalidad está en las personas, en la expresión de sus acciones, de su vitalidad. 

La sensualidad se despliega en la tierra que es además la cavidad de la sangre. La tierra se revuelve en esqueletos y se reprime en plantaciones de soja.

El hombre es lejano como una fiera, y si se acerca aparece dañino o por lo menos peligroso.

Don Emilio, Don Morinigo, los Benítez.

Se diferencia de los otros hombres un personaje paterno, que canta con dulzura cuando pasa por su tierra.

La mujer se ilumina niña, familia. En todos los textos su energía es atrevida y resuelta, aun cuando no hay racionalidad o no es consciente de lo que decide.

Nombra a sus personajes Noní, Melchi, Casilda, Celsa, Pitita, Ladys, Joaquina Anastasia, las Bello, Doña Aparicia, Ña Nini. La figura de la madre es fuerte como la abuela Fructuosa o como Leovigilda, que crían solas y con fuerza.

A falta de padres, el universo femenino se despliega protector y solidario. Se entrelazan por los textos de Marcela las redes amorosas de estas mujeres.

Las flores son de azar, de lapacho, de jazmín, de guayaba y aparecen pueblerinas y perfumadas en variedad de colores.

Entre las oraciones, y especialmente en los diálogos saltan la ñ, la e y la j tejiendo palabras guaraníes que dan ganas de leer en voz alta, aún sin saber que significan. Estas palabras son el aire y la musicalidad en las historias.

La mayoría están escritos en tercera persona, aunque en dos de ellos aparecen la primera (Tereré) y la segunda (Presente Están Son), llenas de potencia expresiva.

También se produce una dinámica en la formas de los párrafos que dialogan en estructuras de relato, poesía, cartas, diálogo.

Como lectora, Verde Asunción me conecta con lo sensorial, los olores, la piel, el sabor y la temperatura de las cosas, el sol, la textura de la tierra, la energía que arde, derrite, late, pulsa , la violencia que vive en el silencio y en los secretos.

Después de su lectura me quedo un rato enredada en la cercanía de sus personajes, viajando por paisajes verdes rojos, llenos de sonidos y poesía.

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