Si bien no sabemos cuándo será el día final, el Señor nos ha dado una idea de cómo será: será fantástico, ruidoso, con grandes estruendos. En un instante, la creación que conocemos se quedará sin piso, sin techo y sin tiempo. Sabiendo esto, ¿qué haremos en el entretiempo, entre hoy y el día de la gran sorpresa?