En este episodio hablaré sobre el discipulado vertical, es decir, nuestra relación de seguimiento como discípulos de Cristo a la luz de sus principales autores y también comentaré algunas aplicaciones con miras a una evangelización eficaz en el siglo 21.

El discipulado comenzó a cobrar importancia en la misiología cuando se dio cuenta de que la evangelización no es el final de la línea y que la conversión es el comienzo de un proceso que debe llevar al nuevo creyente a una vida de testimonio y multiplicación.

La iglesia siempre será hermosa, ya que es la novia del Señor Jesucristo. Sin embargo, puede estar contenida dentro de cuatro paredes o derrochar toda su vitalidad en campo abierto.

Comprender que el discipulado empieza antes de la conversión fue un giro clave esencial para el evangelismo efectivo en el siglo 21 porque nos llevó de una eventual evangelización a una evangelización relacional.

Hemos aprendido mucho del pastor Sammy Tippit. Pero, para mí, lo que más influyó en la formación de la visión de la Iglesia Multiplicadora es la relación íntima que existe entre la oración, la evangelización y el avivamiento.

El primer cambio para una evangelización efectiva en el siglo 21 es que necesitamos centrar más en principios bíblicos aplicados en la vida del creyente que en metodologías o modelos implementados en la estructura de la iglesia.

En este primer episodio, empezamos a penetrar en la misiología detrás de la visión de la Iglesia Multiplicadora para extraer los principios bíblicos que han sido relevantes para el evangelismo y discutir formas de aplicarlos en el siglo 21.