Para muchos es un caso más, la trama de moda. Pero ya se comienza a desvelar cómo el socialismo español está financiando a la izquierda latinoamericana.
El escándalo de Plus Ultra estremece la política de España al descubrirse que el Gobierno de Pedro Sánchez asignó 53 millones de euros, en supuestas ayudas -cortesía de los contribuyentes-, a la aerolínea que pertenece a un grupo económico en el que se encuentra un testaferro de Nicolás Maduro.
Los partidos de oposición en España han llevado el asunto ante la justicia y ante la Unión Europea, no es para menos.
Rodolfo José Reyes Rojas, Raif El Arigie Harbie y Roberto Roselli Mieles, son los flamantes poseedores del 47,23% de Snip Aviation, propietaria de Plus Ultra. Pero a través de la esposa de Reyes Rojas, que tiene pasaporte español, el grupo ostenta el poder accionarial dominando el 52,5% de la aerolínea.
Se trata de un grupo económico que ha surgido de la mano del narcorégimen venezolano. Camilo Ibrahim, un venezolano de origen árabe es el más poderoso de estos, y a través de las firmas Phoenix World Trade Inc, Zara Venezuela y Textiles Zanzibar estos 'vampiros' del socialcomunismo consiguieron casi 70 millones de dólares a través de Cadivi.
Pero mientras el madurismo termina de destruir a Venezuela, Ibrahim -señalado como otro de los testaferros de Maduro por la fiscal venezolana Luisa Ortega Díaz- ha conseguido a través de su grupo de poder conquistar un espacio en España y no es casualidad.
Según Vladimir Petit Medina, exdiputado venezolano (1988 – 1998), el Foro de Sao Paulo, "aliado de la Internacional Socialista, funciona de una manera orquestada, armónica y estratégica... Esta gente (FSP) donde llega se apropia de la democracia, se apropia de los bienes y se apropia de las vidas de las personas"
El Doctor en Ciencias Sociales por la Universidad Central de Venezuela afirmó en una entrevista, en 2019, que el FSP tiene una extensión europea que "venía escalando". En este sentido describió las fases en las que opera este grupo socialcomunista creado en 1990 para "enfrentar y derrotar la contraofensiva neoliberal".
"El FSP no tiene una mentalidad estrictamente política, procede como una multinacional, hace una alta inversión (I), después de la inversión corona (II), que significa que anida en el poder, posteriormente cobra su inversión (III) y después se expande", comentó el también magister en Public Administration egresado de la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de la Universidad de Harvard.