Te dedico este episodio con todo cariño y respeto, a ti, que has vivido la pérdida de una persona importante en tu vida. Y más aún, si sientes demasiado, si das demasiado, si esperas demasiado. Perder a alguien duele, pero perderte a ti mismo duele mucho más, y a veces esa sensación se hace tan intensa que arrasa con todo lo demás. Tu trabajo, tu salud, tu relación con la comida, etc. Pero es posible darle sentido a ese sabor amargo de las despedidas. Un adiós también puede ser un nuevo comienzo, un nuevo camino que te lleve a cuestionar lo esencialmente valioso, y finalmente, a cultivar un amor más genuino, empezando contigo.
Si quieres asumir la responsabilidad de tu vida, darle sentido a lo que te duele y crear tu propio camino para sanar y vivir en paz con tu cuerpo, con la comida y con los demás; te acompaño a través de la Asesoría PsicoNutricional