A lo largo de la vida recibimos muchas invitaciones, algunas con alegría, como la boda de un buen amigo, una cena, un concierto, o un café. Otras, sin embargo, uno se pregunta si no hay forma de librarse de ellas. La invitación de Jesús en el séptimo capítulo de la Buena Noticia según Juan (vv. 37-39), no se parece a ninguna otra.
La sintonía de Ruta 66, esta vez está a cargo de un pianista, organista y cantante popular en la América de los años 50 y 60, el músico afroamericano Earl Grant. En esa última década comenzó a actuar también Dionne Warwick con un grupo de gospel, The Gospelaires, convertido luego en estudio en The Sweet Inspirations. Su escepticismo ante las falsas promesas (Promises, Promises) con las palabras y la música de Burt Bacharach y Hal David, se convirtió en todo un himno, el mítico año 68. Es la constatación de las "Palabras vacías" (Empty Words) que hace el guitarrista y fundador de Deep Purple, Ritchie Blackmore, junto a su compañera Candice Night en 2008 con el amable sonido renacentista de folk que tanto frecuentaban los grupos que iniciaron el "rock duro" en los años 70. "¿Qué es lo que realmente sabes? (O Que Voce Quer Saber De Verdade) se pregunta la carioca Marisa Monte en 2011, tras su éxito con los Tribalistas.
La película "La invitación" (2015) no se debe confundir con el reciente horror del mismo título del año 22. La interesante directora Karyn Kusama, hija de un psiquiatra japonés, cuenta el inquietante reencuentro de un matrimonio divorciado tras la muerte de su hijo. El "hipster" angelino, interpretado por Logan Marshall-Green, es convocado por su ex, junto a un grupo de amigos, para darles testimonio de su conversión en lo que parece un ambiente sectario. Este prodigioso thriller psicológico te muestra la terrible diferencia entre la conversión psicológica y la experiencia liberadora de la que habla Jesús en este texto. José de Segovia comenta algunas escenas con la banda sonora de Theodore Sapiro para esta y otras películas.
La canción de Larry Norman, "¡Olvida tu hexagrama!" (Forget Your Hexagram 1969) rechaza el esoterismo de la época en que publicó este disco para Capitol, cuyo eco llega hasta el día de hoy. Hay mucho de "postureo" también en el cristianismo, como muestra la crítica a la alegría superficial de la "música de alabanza contemporánea" en la "Mascarada a la luz de la vidriera de la iglesia" (Stained Glass Masquerade 2005) que revela un grupo de Florida, Casting Crowns, cuyas canciones recuerdan también ese mismo tipo de música que no suele frecuentar nuestro programa.
Si Jesús hablaba en este pasaje de la experiencia del Espíritu que viene de Él, la canción de los escoceses Waterboys (Spirit) es bastante más ambigua. Escuchamos la versión en vivo que hizo Mike Scott con su grupo en Dublín en 1986, antes de entrar en la comunidad cristiana esotérica de Findhorn. Audrey Assad es otra buscadora espiritual incansable. Nace en la familia de un refugiado sirio, que llega a una Asamblea de Hermanos. Graba sus primeros discos en el ámbito de la llamada "música cristiana contemporánea", tras su conversión al catolicismo en 2007. Habla en los conciertos de su adicción a la pornografía y la masturbación, cuando tras su divorcio del líder de música de alabanza, Matt Maher, dice en 2021 que ya no es cristiana. Oímos en vivo la maravillosa composición que hizo sobre las Bienaventuranzas (Blessed Are The Ones) en 2012, que hace eco de la invitación de Jesús en este séptimo capítulo del Evangelio según Juan.