Alemania después de un viaje por la España nacionalista, expuso al ministerio de Asuntos Exteriores de su país que había llegado el momento de obtener concesiones de Franco para asegurar la «futura influencia económica y acaso política» de Alemania sobre España. Sugirió que se firmase un tratado por el que España se obligara a entregar a Alemania una determinada cuota de materias primas a Alemania durante determinado número de años. Bernhardt, ansioso de congraciarse con Franco, se opuso a ello. Pero al final y contra el consejo de Bernhardt, Franco resolvió entregar cobre de las minas de Río Tinto, nominalmente inglesas, en pago del material de guerra.[951]
Tampoco los alemanes congeniaban plenamente con Franco en el aspecto ideológico. El capitán Ronald Strunk, periodista y funcionario del servicio secreto alemán, denunció posteriormente que la política de la «vía media» de Azaña era superior a la del llamado «ejército salvador» de Franco, presintiendo una regresión al orden antiguo, que se basaba parcialmente en los terratenientes y en la existencia de una Iglesia fuerte.[952]
A la sazón la ayuda italiana se limitaba al envío de aviones Savoia y Fiat pilotados por italianos, unos cuantos tanques Fiat-Ansaldo y otro material de menor cuantía, material que se integró técnicamente en las fuerzas nacionalistas como parte de la legión extranjera. A este respecto todavía no habían surgido serias disputas.
Durante el mes de agosto la posición de Franco en el bando nacionalista se reforzó considerablemente. En parte, se debía a los éxitos logrados por el ejército de África frente a las campañas menos espectaculares que atribulaban a Mola. Y en parte también a las relaciones que Franco había establecido con Alemania e Italia. Ambas naciones, y especialmente la primera, sacaron la impresión de que «el joven general», al tiempo que era un militar competente era persona sensible a sus influencias. Juan March también le apoyaba y sin duda era otro factor más a su favor. Canaris se refería a Franco con el mismo entusiasmo que Johannes Bernhardt.