Compartir notas en los entornos sociales se ha establecido como una necesidad de los que constantemente hacen uso de la seudo información, personas sin la mínima intención de investigar la fuente o simplemente por demostrar a los demás que están al tanto de los acontecimientos en su entorno. Pero será necesario ser tan irresponsable para compartir contenido diverso sin realmente verificar la procedencia, realmente las personas te etiquetan con algún adjetivo de hooooo que inteligente o informado es… He tenido la oportunidad de identificar sitios web que hacen uso del amarillismo como una fuente de tráfico hacia sus espacios web, sin verificar notas inclusive clonando o adjudicándoselas, en algún punto de mis inicios como internauta, suponía que las personas lo hacían por llamar la atención, por la presunción de decir yo lo hice primero, fue mi nota, pensé que eran personas que se habían quedado o estaban en vías de ser comunicólogos, periodistas o por el amor al arte, inclusive llegue a suponer que los ingresos generados por publicidad eran el motor de su avaricia, la realidad es que con el tiempo entendí que eran el resultado de una combinación de estas hipótesis, desvirtuando el análisis periodístico de aquellos que invirtieron su tiempo en estudiar. Si unimos la necesidad de ambos polos entre los que desinforman y los habidos por demostrar su actualidad en diferentes temas, construimos el internet minado en el que actualmente nos movemos. Un internet marcado por activistas de closet, eruditos en cualquier materia, defensores de posturas políticas, económicas y sociales, hacemos uso de nuestra distorsionada comprensión de libertad de expresión a ser escuchado pero… no de escucharte, una libertad de expresión que termina cuando tu no piensas igual que yo, la cual se castiga con ofensas y censura. Vivimos en una realidad aparente donde compartir una foto del niño Sirio fallecido en las costas turcas es un supuesto de compresión de la problemática exterior, inclusive puedes encontrar aventureros que dan clases a domicilio por medio de Facebook de la geopolítica, los puristas hablan de complot y los religiosos no se dejan minimizar pidiendo likes equivalentes a un amen para el descanso eterno de su alma. Lo sucedido en la escuela de monterrey es un claro ejemplo del campo minado que navegamos día con día todos y cada uno de los internautas, por un lado los que piden respeto, los que hacen memes, los que editan el video para subirlo a sus canales de YouTube para generar tráfico y no olvidemos a los que distorsionaran la información para obtener agua en sus molinos. Y es aquí cuando entramos en el tema delicado, muchas personas que ahora piden respeto por las familias de los afectados, son ellos los que compartieron al niño sirio y yo me pregunto qué es lo diferente, ambas son tragedias en diferente magnitud y concepto, pero al final hay pérdidas humanas, condición la cual repudio nada justifica la muerte de un ser vivo, a menos que sea por causas naturales, porque censurar, porque tener esa doble moral, porque no se permite a las personas tomar la decisión de qué hacer con esa información. La censura no va cambiar el sentir de las personas, la censura no protegerá a las nuevas generaciones y hagamos un paréntesis aquí el exponerlos a la información tampoco los hará conscientes, porque en lugar de censurar, limitar o en el peor de los casos justificar o buscar pretextos, no tomamos las riendas de nuestra realidad, porque no comenzamos por educar niños pensantes, niños conscientes de sus decisiones, niños que entiendan el contexto de lo que leen y no que solo lean rapidito. Educar niños con el ejemplo, hará nuevas generaciones seguras, con identidad, criticas, responsables y comprometidas con el entorno, no se trata de decirle por donde debe irse, se trata de indicarle como debe comenzar hacer su camino, si continuamos permitiendo a las personas ejercer su libertad de expresión sin mediar sus consecuencias, seguiremos siendo una so