Podcast Semanal Nueva Vida

El pueblo de Dios estuvo siempre bajo la mano poderosa de Jehova sin embargo, también tuvieron momentos de pruebas y desánimo. Trasladate conmigo a ese tiempo en que Zorobabel y Josué tenían que aprender de la mano de Dios a enfrentar estos difíciles momentos donde Dios les recordó su fidelidad y sus promesas.

“Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas” (mira Josué 1:9).

“que te esfuerces…”

En Su palabra, Dios le dice a Josué: “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas” (mira Josué 1:9).

“Mira que te mando... ”

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.

2 Corintios 1:3y4

“Son llamados”

El Señor me llamó cuando era un joven cristiano sin experiencia a través de este pasaje de la Biblia: 

“Yo Jehová te he llamado en justicia, y te sostendré por la mano; te guardaré y te pondré por pacto al pueblo, por luz de las naciones” (Isaías 42:6).

“A los que conforme a su propósito…”

Dios tiene un propósito para tu vida. Tiene una meta, un plan. ¡Es importante que te preguntes y que Le preguntes qué es lo que Él quiere hacer con tu vida!

“Esto es...”

¡Esto es lo que el Señor declara sobre tu vida en este día, querido(a) amigo(a)! Te invito a que escuches los siguientes versículos como palabras que Dios te estuviese diciendo directamente a ti:

“Les ayudan a bien…”

La expresión “les ayudan” viene del griego “synergo”, que se puede traducir también por “trabajan juntas”, “cooperan”, “colaboran”...

¡Sí, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo trabajan juntos por tu bien!

Querido amigo, no temas, cree solamente.

“Todas las cosas…”

Dice la Biblia: “Todo lo sujetaste bajo sus pies. Porque en cuanto le sujetó todas las cosas, nada dejó que no sea sujeto a él; pero todavía no vemos que todas las cosas le sean sujetas” (Hebreos 2:8).