Si alguien te da malas noticias hoy, ¡no le entregues tu paz también! No cambies tu paz, la paz que Cristo Jesús nos da, no la cambies por nada. En cambio, ofrécele al vocero de malas noticias las mejores noticias de nuestro Señor Jesucristo.
¿Puedes escucharle decir lo siguiente?
Les dejo un regalo: paz en la mente y en el corazón. Y la paz que yo doy es un regalo que el mundo no puede dar. Así que no se angustien ni tengan miedo. -Juan 14.27