Lo que existe entre el aire y el vacío,
Lo que se murmura entre lo frío y lo cálido,
Y lo que siento por vos entre el invierno y el estío.
Lo que se sufre entre mi alma y mi corazón,
Por la distancia entre tu corazón y el mío
Y por lo efímero de mi poema y tu canción.
Sitibundo frente a las aguas de la vida,
Ciego ante la belleza de otros seres,
Indolente aunque sea grande la experiencia vivida,
Y sordo ante los tantos menesteres,
Así se encuentra mi alma confundida
Entre el crepúsculo y el alba
Y entre tus pensamientos y los míos.
He clamado a tu algente mirada en mi desvelo
A tus lindos labios, de rojo carmesí.
Que vuelvas tu vista a mis anhelos,
que te percates de mis sentimientos que concebí.
En lo más profundo de mi corazón,
donde palpita tu alma y la mía,
En el espacio que existe entre lo nemoroso y lo desértico,
Donde guardo los besos que pululan entre lo factible y lo irrealizable,
Junto a las caricias que hay entre un cielo astrífero y uno opaco,
cerca del espacio entre una rima y el silencio
Entre lo que fue y lo que nunca será.