Muchos matrimonios cristianos descuidan los mandamientos referentes a la vida conyugal.
Cuando surgen las consecuencias de esta negligencia, suelen decir que están pasando por una gran prueba, cuando, en realidad, se trata solo del resultado de una elección carnal.
Esta deuda sexual puede, incluso, abrir espacio para la acción del diablo. Deuda es deuda, y la deuda sexual surge cuando descuidamos los deberes conyugales en el contexto del matrimonio.
La Biblia es clara al advertir sobre esto