Aquí, se nos recuerda que el amor y el perdón de Dios no tienen límites. Nos desafía a abandonar el juicio y abrazar la gracia, tanto para nosotros mismos como para los demás. Así como la mujer pecadora encontró en Jesús restauración y paz, también nosotros podemos acercarnos a Él con fe y un corazón contrito, seguros de que su misericordia siempre nos recibirá.
Que esta enseñanza nos inspire a vivir vidas llenas de gratitud, amor y compasión, reflejando el carácter de Cristo en todo lo que hacemos. Amemos mucho, porque hemos sido amados y perdonados abundantemente.
Banda sonora: Drop the Tapes - Biblioteca de audio de YouTube
Donaciones local: https://iglesiadeciudadreal.es/donaciones
Web: http://iglesiadeciudadreal.es/
Podcast: http://www.ivoox.com/podcast-iglesia-.
YouTube: https://www.youtube.com/channel/UCPq8l9Q7KcX7j6iOGDPP_zg
x (antes Twitter): https://x.com/home?lang=es
Instagram: https://www.instagram.com/
Facebook: https://www.facebook.com/IglesiaCristianaEvangelicaDeCiudadReal
Nota informativa: En todos nuestros videos se pueden traducir los SUBTÍTULOS a cualquier idioma. Ir a configuración y elegir idioma de subtitulo.
15/12/2024 - PREDICACIÓN DE LA TARDE - SERIE:LUCAS
Lucas 7:36-50 - Reina-Valera 1960
Jesús en el hogar de Simón el fariseo
36 Uno de los fariseos rogó a Jesús que comiese con él. Y habiendo entrado en casa del fariseo, se sentó a la mesa. 37 Entonces una mujer de la ciudad, que era pecadora, al saber que Jesús estaba a la mesa en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume; 38 y estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el perfume. 39 Cuando vio esto el fariseo que le había convidado, dijo para sí: Este, si fuera profeta, conocería quién y qué clase de mujer es la que le toca, que es pecadora. 40 Entonces respondiendo Jesús, le dijo: Simón, una cosa tengo que decirte. Y él le dijo: Di, Maestro. 41 Un acreedor tenía dos deudores: el uno le debía quinientos denarios, y el otro cincuenta; 42 y no teniendo ellos con qué pagar, perdonó a ambos. Di, pues, ¿cuál de ellos le amará más? 43 Respondiendo Simón, dijo: Pienso que aquel a quien perdonó más. Y él le dijo: Rectamente has juzgado. 44 Y vuelto a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? Entré en tu casa, y no me diste agua para mis pies; mas esta ha regado mis pies con lágrimas, y los ha enjugado con sus cabellos. 45 No me diste beso; mas esta, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies. 46 No ungiste mi cabeza con aceite; mas esta ha ungido con perfume mis pies. 47 Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; mas aquel a quien se le perdona poco, poco ama. 48 Y a ella le dijo: Tus pecados te son perdonados. 49 Y los que estaban juntamente sentados a la mesa, comenzaron a decir entre sí: ¿Quién es este, que también perdona pecados? 50 Pero él dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado, ve en paz.