Por medio del libro Eclesiastés vemos cómo el Rey Salomón experimento lo terrenal al máximo llegando a la conclusión que era sin sentido, cómo querer atrapar al viento. Nada terrenal puede llenar nuestro vacío, solo la presencia de Jesús en nuestro corazón

El rey nos llama, nos quiere restaurar y que comamos en su mesa con el.

David perseguido por el Rey Saúl, refugiado con sus enemigos Filisteos y con sus propios soldados queriendo matarlo también a causa de que habían perdido a sus familias, David también perdió la suya, ante esa situación tan adversa y angustiante David hizo tres cosas. 1) Renovó sus fuerzas en el Señor. 2) Busco su direccionamiento. 3) Tomó una desición.

Estar siempre preparado para el regreso de nuestro Señor Jesús, manteniendo nuestro fuego encendido, siendo responsables nosotros mismos sin depender de otras personas, cuidando de no quedarnos sin aceite!

Dios tiene el control de todo, nos recuerda sus grandes obras y nos dice que lo que está por hacer es aún más sorpréndete, que nos enfoquemos en su obra y no en la adversidad.

Cómo nos sentimos con esa persona que nos llama siempre que necesita algo? No hagamos lo mismo con Dios!!

Dios espera buenos frutos de nosotros , su amado jardín, el nos creo y envío luego a Jesús para limpiarnos y dejarnos listos para dar frutos, el ya hizo todo !!!

El arrepentimiento es cambiar de dirección hacía un nuevo camino que nos lleva a una nueva vida, el remordimiento nos lleva a un círculo vicioso de culpa y vergüenza, con los mismos resultados de siempre, nada nuevo.

Cuando la preocupación invade nuestras mentes debemos saber qué dice Dios al respecto. Que la preocupación no anule nuestra fé.

Dios utiliza nuestros procesos para lograr una versión nuestra mejorada, para transformarnos a imagen y semejanza de su hijo Jesús