Cuando entramos en un estado de victima estamos esperando que las demás personas vengan y nos pidan perdón, cuando comenzamos a hacernos responsables de nuestra vida, te conviertes en co-creador de tu realidad, por lo tanto, nadie te puede lastimar, dañar o perjudicar, tu eres el que ha creado eso y por lo tanto, también eres la única persona que puede sanarlo y transformarlo.