Encuentros y desencuentros de la primera navidad; reflexiones para celebrar con intención la venida de Jesús al mundo.

Encuentros y desencuentros de la primera navidad; reflexiones para celebrar con intención la venida de Jesús al mundo.

Una cosa es el tema a tratar o necesidad a abordar con un sermón, que pueden surgir de varias fuentes, y otra es el pasaje bíblico que servirá de base al sermón mismo. ¿Cuál debería ser el texto a predicar o desde el cual predicar? ¿Cómo elegirlo? ¿Qué importancia y cuidados merecen este proceso?

Recientemente se viene acuñando el término "storytelling" para hablar del uso de historias en el marketing a fin de captar la lealtad de un usuario o potencial cliente hacia una determinada marca. Contar historias no es algo nuevo, es una práctica tan antigua como la tradición oral misma de los pueblos. ¿Existe alguna relación o distinción entre esta técnica y la predicación? Nos guste o no, nuestra generación manifiesta una inclinación sicológica que propende a lo narrativo y no tanto hacia lo discursivo. ¿Qué implica esto para nuestros ministerios de predicación cristiana?

¿Sabía que las palabras "texto" y "tejido" comparten la misma raíz lingüística y semántica? ¿Qué pensaría si le digo que la predicación puede ser vista como un proceso textil, el predicador como una especie de tejedor y el sermón similar a un tejido? Le invito a considerar las implicaciones de esta hermosa metáfora.

Tantos años después, la venida permanente del Espíritu Santo sigue siendo para los cristianos y la cristiandad un hecho trascendente. Joel 2 lo profetiza, Hechos 2 registra su cumplimiento. Pentecostés, del griego, significa "día cincuenta" y recuerda la culminación de las siete semanas de celebraciones después de la Pascua, un día para los judíos asociado al recuerdo de la alianza de Dios con Israel en el monte Sinaí. Para el cristianismo, recuerda el inicio de un "nuevo pacto", el nacimiento de un "nuevo pueblo" basado en una "nueva ley".

Pentecostés: promesa cumplida, evento histórico y teológico con diversas implicaciones . ¿Ha predicado al respecto?

El diseño o la presentación final de cualquier sermón, primero comienza siendo algo incipiente, pero tiene la potencialidad de nacer, crecer y fructificar... ¿Dónde empieza ese proceso de gestación de un sermón? ¿De qué puede y debe echar mano el predicador o predicadora para cumplir bien su labor?

Todo intento por dar respuesta a esta pregunta pondrá su acento bien en el ser o en el hacer del predicador cristiano, es decir, en su carácter o en su función. La Biblia, más que definir, ofrece imágenes que describen al predicador o a la predicadora. ¿Conoce algunas de estas imágenes y sus implicaciones?

La noción que tenga de los fines o aspiraciones de la predicación cristiana afectará la predicación misma de sermones de distintos tipos, propósitos y ocasiones. En este micro, tres aspiraciones globales que hacen de la vida plena su eje transversal.

La noción que tengas de la predicación cristiana afectará tu manera de ejercerla. La predicación suele verse como ciencia, arte y/o don. Cada enfoque tendrá su aporte especialmente si se tiene en cuenta que la predicación es, por un lado, la propuesta de la perspectiva divina a los humanos y sus circunstancias concretas y, por el otro lado. la demanda de una respuesta comprometida a ello.