Débora era la líder de Israel. Era profetisa y esposa de Lapidot. Débora acostumbraba sentarse bajo una palmera, conocida como la palmera de Débora, y los israelitas acudían a ella para que les resolviera sus problemas. La palmera de Débora queda entre Ramá y Betel, en la región montañosa de Efraín. Débora mandó llamar a un hombre llamado Barac hijo de Abinoán, que vivía en la ciudad de Cedes, territorio de Neftalí. Débora le dijo a Barac: El SEÑOR Dios de Israel te ordena lo siguiente: “Reúne a 10 000 hombres de las tribus de Neftalí y Zabulón, y dirígelos al monte Tabor. Yo haré que Sísara, el comandante del ejército de Jabín, llegue hasta ustedes. Haré que Sísara vaya con su ejército y sus carros hasta el río de Quisón y te ayudaré a derrotarlo”. Barac le dijo a Débora: Si tú vas conmigo, iré; pero si tú no vas, yo tampoco iré. Claro que iré contigo respondió Débora, pero en esta campaña, no tendrás el honor de derrotar a Sísara. El SEÑOR hará que una mujer derrote a Sísara.