La consagración agrada a Dios lo cual debe hacerse en forma consciente, voluntaria y total, sin apariencias, ni en forma incompleta (Luc. 10.38 "Marta y María"). La consagración incompleta genera inseguridades, miedos, rebeliones.

¡Dios te bendiga!

El temor siempre tendrá una causa que lo fundamente. A través del libro de Samuel podremos descubrir como el pueblo de Dios generó las bases para que esto ocurra, aún teniendo al Todopoderoso de su lado. En estos tiempos de convulsión mundial, estamos llamados a ser sobrios.

¡Dios te bendiga!

A veces la libertad se relaciona con el libre albedrío, pero existe una diferencia entre ambos conceptos. Te invitamos a examinarlo con la meditación de hoy.

¡Que Dios te bendiga!

Aunque Jesús al venir a este mundo se despojó de todo para obrar en favor de nuestra salvación y hacernos partícipes de Su Reino y de Su Gloria, al resucitar venciendo a la muerte recuperó Su dominio y autoridad sobre todo, declarándose Señor del universo.

¡Dios de bendiga!

La Iglesia debe funcionar como cuerpo, ¿quieres conocer cuales son sus beneficios al hacerlo? (Efesios 4 y 1 Cor 12) 

Te invitamos a reflexionar juntos.

¡Dios te bendiga!

La Iglesia parece estar empatizando con el sistema mundo, donde la línea que diferencia a uno del otro parece haberse borrado. Te invitamos a escuchar esta meditación con base en Efesios 4.

Dios te bendiga.

Cuando vemos las respuestas de Dios, como algo negativo, producto de esos límites dañados, esos NO ,que necesitan sanar. Dios te muestra hoy que sus NO, son muy distintos a los nuestros.

Si bien se dice que todos las religiones conducen a Dios, el único acceso al Dios verdadero es Jesús (Juan 14.6). Así lo estableció Jesús, el autor y consumado de fe (Heb. 12.2), quien dejó su trono de gloria para nuestra salvación. No hay salvación en nadie más que que en Él (Is. 43.11) y quien a su vez nos hace participantes de la naturaleza divina (2 Ped. 1:4). Nosotros podemos amarlo porque El nos amó primero (1Jn 4.19)

Dios de bendiga.

En la medida que enfoquemos nuestra mente en las cosas del Espíritu tendremos paz. Romanos 8:5

Para vencer en la batalla de la vida precisamos de la armadura y de las armas espirituales de Efesios 6, fundamentales para estar firmes contra la acechanzas del diablo.

Dios te bendiga.