En este episodio se destacan 4 cualidades muy admirables del profeta Daniel.

Te invitamos a recorrer los primeros 6 capítulos del libro para descubrirlas e imitarlas!

Dios te bendiga.

Una vida saludable involucra atender a nuestros tres cuerpos: espiritual, emocional y físico. 

Te invitamos a profundizar el tema a través de este episodio.

Dios te bendiga.

En el libro de Proverbios se nos exhorta a no confiar en nuestra prudencia, entendimiento ni capacidad de análisis; sino a confiar en Dios.

Escuchemos y atendamos su Palabra, guardemos sus enseñanzas y apartémonos del mal.  Sólo así podremos disfrutar de los beneficios que vienen como consecuencia.  

No te pierdas este episodio en el que se profundizan estos conceptos.

Dios te bendiga.

Las bendiciones de Dios son gratuitas, las recibimos a través de su gracia.

La unción, sin embargo, tiene un costo alto, un precio que ¡vale la pena pagar!

¿Con qué te vas a conformar?

Ha finalizado un ciclo y ha comenzado uno nuevo.   ¿Cuántos sueños y proyectos has delineado para este nuevo año?

Así como tú, Dios también tiene sueños y planes para tu vida.

En esta reflexión, y a través de la vida de Moisés, podemos encontrar un paralelismo con nuestra propia forma responder ante ellos.

Te animamos a comenzar este nuevo año alineando tus sueños con los suyos, para que te vaya bien y puedas ver su gloria.

Dios te bendiga!

¿Cansado de las que frustraciones y debilidades te dominen?

¿Cansado de sostener todo para que nada se caiga?

¿Cansado de estar insatisfecho, aún cuando estás rodeado de cosas buenas?

Hay una sola forma de vivir en plenitud!

Es verdad que vivimos momentos intensos, pero siempre tenemos esperanza a nuestro alcance. En esta reflexión te invitamos a que no bajes tus brazos. Alguien te ve y va en tu ayuda Siempre!!!

Navidad: ¿Una fecha controversial?  

Muchos alegan que no es una fecha para celebrar, sin embargo, ¡la venida de Jesús al mundo ofrece muchos motivos de celebración!

Te invitamos a descubrir (o tal vez recordar) todo lo que Jesús trajo consigo cuando nació hace más de 2000 años en aquél sucio e incómodo pesebre.

Como creyentes en Cristo tenemos las sobreabundantes bendiciones de Dios en nuestras vidas.

Si estamos en Cristo somos bendecidos para bendecir.

En Génesis 12:1-3 ya vemos el propósito de Dios en bendecir a su pueblo.

Es con Abraham que empieza a desarrollarse el propósito redentor de Dios que culmina con el nacimiento de Jesucristo. 

Nosotros tenemos algo en común con Abraham, si hemos llegado a conocer a Cristo.

Gálatas 3:8-9 (NTV) nos dice que los que vivimos por fe compartimos la bendición de Abraham.

Si compartimos la bendición de Abraham, también compartimos su responsabilidad. Somos bendecidos para ser de bendición a las naciones (Mateo 28:19)

Unámonos en bendecir con la bendición de compartir la salvación de Jesús a nuestro prójimo. Este será el mejor regalo en esta Navidad.

Antes de ascender, Jesús les dejó unas palabras a sus discípulos, necesarias para no tropezar (Jn 16:1).

Mientras Jesús estuvo en la Tierra con ellos, tales palabras no habían sido necesarias (Jn 16:4), pues ellos “simplemente” le seguían. Sin embargo, ahora Él se iría y ellos deberían valerse de otros recursos.

Una situación tan poco alentadora, era sin embargo conveniente para que viniera el Consolador (Jn 16:7).

El Consolador, el Espíritu Santo vendría a la Tierra para convencer de pecado, de justicia y de juicio (Jn 16:8).

Te invitamos a escuchar esta reflexión que profundiza sobre la necesaria obra del Espíritu Santo.

Dios te bendiga.