Por la línea segunda desde Cartago hasta Medellín, sobre el viaducto de Amagá o Quitasueño, por los talleres de Bello y la noche en que el Ferrocarril de Antioquia pasó a la Nación, por la escena de un pasajero que corría detrás del tren que lo dejaba pidiendo que le devolvieran su maleta, por el hotel Magdalena y sus navidades de lujo, por el oficio de frenero y los paisajes de la línea primera de Antioquia, nos llevan las memorias de Marco Bedoya: mecánico, marchista, cantante y ferroviario al que no se le jubila la emoción por el tren.