El abandono estatal, la delincuencia, la pobreza extrema y la falta oportunidades son el pan de cada día en Buenaventura. Una ciudad abandonada en el pacifico que es la entrada de la mayor cantidad de mercancías en Colombia, es el puerto mas grande y necesario para conectarnos con el mundo. Sin embargo, lo hemos abandonado por completo, su población es una de las más pobres de la nación, pero también de las más golpeadas por la violencia y el narcotráfico, una combinación explosiva para la pérdida de generaciones enteras. Muestra del racismo estatal implantado por más de dos siglos, como si la colonia nunca hubiera dejado de existir.