Reseña episodio No. 5: se destaca en el proyecto Howarr sobre una responsabilidad penal de las personas jurídicas para Colombia. En el proyecto Hoowarr se destaca que el proyecto no viola la carta Política. SE MUESTRA la necesidad que este proyecto sea ley de la república. En el proyecto se atiende al numerus clausus de delitos que comete la empresa, por razones pragmáticas.  

El proyecto Hoowarr establece una responsabilidad autónoma de las personas jurídicas. El proyecto Hoowarr evita el reenvío de normas en blanco. El proyecto Hoowarr atiende razones pragmáticas.

Se echa de menos la admisión de la responsabilidad penal de las personas jurídicas, con ocasión de que las empresas son el nuevo ciudadano. Es mejor una responsabilidad penal de las personas, porque la responsabildad administrativa de las personas prevista en las leyes 1778 de 2016 y la ley 2195 de 2022. El derecho penal tiene mejores principios informadores que el derecho administrativo. En el proyecto Hoowarr se le da la importancia de los Modelos de Prevención de delitos. Se aboga por un derecho procesal preventivo.

El descontrol como fundamento de la responsabilidad penal de las personas jurídicas. Por eso, el Compliance eficazx es causal de irresponsabilidad penal de las personas jurídicas. Colombia apuesta por una responsabilidad administrativa de las personas jurídicas, por primera vez, con la ley 1778 de 2016 y la ley 2195 de 2022. Esta normativa obliga a la asignatura del derecho corporativo.

Nace una nueva profesión: el oficial de Cumpliance, que sea visto como una profesión y no un oficio. En el proyecto Hoowarr se destaca la importancia de este nuevo profesional que se erige como la conciencia de la empresa. Se regula la necesidad de una cultura corporativa, una vez sea ley este proyecto. Todo este conjunto y sobre todo la profesión de Controller jurídico es necesaria para vigilar la eficacia de códigos conductas y demás requisitos de los programas de cumplimiento.

El Proyecto Hoowarr "La Persona Evolutiva o Ecológica"

Subtema de la Responsabilidad Penal de las Personas Jurídicas.


La persona evolutiva es elevada a la categoría de persona jurídica. Y resulta fuerte decirlo, si es persona jurídica podrá cometer delitos. Un río puede ser responsable penalmente? Cuál es la nueva comprensión del Derecho penal, si esto es así? Habrá que pensar en otra noción del delito, ya no más mirado de forma tradicional entre el delincuente y el Estado, si no, en las relaciones intersubjetivas de la segunda persona como hace Stephen Darwall, un profesor de Universidad de Yale que es lo último de lo último en Ética contemporánea. Es el fin del normativismo. O sólo será un nuevo enfoque donde el delito ya no es cosa del Estado, y sea cosa de nosotros mismos, porque hasta ahora tradicionalmente el Estado es quien responde por nosotros y nos quita el derecho a que el otro nos dañe. Al final es el Estado quien decide por nosotros. Un olvido de la víctima.

Colombia adopta una responsabilidad administrativa de las personas jurídicas. Se echa de menenos que Colombia admita una responsabilidad penal de las personas jurídicas. De cualquier manera el fundamento de esta responsabilidad es el Compliance.

Es paradigmático el caso Locked que dio origen a la FCPA, que revela una serie de escándalos de corrupción, entre ellos, el más emblemático el de watergate que causó la dimisión del presidente Nixon. Se analiza la importancia de los Estados Unidos pionero en el ataque al soborno transnacional.

Explicación del acrónimo Hoowarr que obedece al nombre completo de autor Hoowarr Wadith Ruiz Rengifo. 


Los escándalos de corrupción a nivel mundial obliga a una responsabilidad penal de las personas jurídicas. Es una tendencia y los compromisos internacionales contra la Corrupción asumido por Colombia. Así la responsabilidad penal de las personas jurídicas es la herramienta más eficaz para combatir la corrupción. En el entendido que no existe una fórmula mágica para acabar con la corrupción pero si es válido un derecho penal preventivo pragmático.

El inicio de esta mitigación contra la Corrupción tiene su base en una responsabilidad criminal de las empresas ante el hecho probado que hay empresas delincuentes. Y ese control a través del compliance es un punto de partida, pero lo trascendental es la concienciación ética. La tendencia es un derecho preventivo porque el concepto fundamental de castigar es una categoría frustrada en los tiempos hipermodernos porque nadie ha podido demostrar el por qué castigar. 

El Derecho penal ha estado imbuido en la dicotomía del las justificaciones del castigo por razones retributivas o preventivas, pasando en los últimos tiempos por el castigo razonable. Pero no se ha dado en el punto. En un mundo hipermoderno, oscuro, incierto, resulta mejor un Derecho penal preventivo. Aquí no se trata de perseguir a las empresas, sino que ellas se autorregulen a través del Compliance o cumplimiento normativo para que sean más éticas.